Año 2008
“El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.” Eleanor Roosevelt.
Y en cambio parece imponerse un sentimiento en que el futuro ya no es lo que era. Sorprende que en unos años en que la tecnología nos aplana el mundo (abriendo oportunidades) y la ciencia nos alarga la vida (y ya se trabaja para mantenérsela a la Tierra), continuemos pendientes de les gotas sucias que, como decía Gandhi, nunca podrán ensuciarnos el océano. Sin duda que los problemas no son pocos y no dejan de acumularse, pero no hay nada que no podamos solucionar con ganas y generosidad.
Acabaremos algún día, quizás mañana,
con las palabras inútiles y bonitas,
el tintín de la porcelana fina
y las marionetas de oscuros colores.
Y enseñaremos a los hijos,
paridos sin dolor,
el cómo y porqué de cada cosa,
y los bajaremos a la calle sin temor
y jugaran a construir pueblos.
Y tocaran la tierra
y la harán suya y de todos,
y escribirán, con nuevas palabras,
nuevas leyes, historia y vida.
También vendrá un barco de vela ágil,
esquivando temporales y ariscas rocas,
y se llevará todo el oro de la tierra, mitos y falsos dioses,
y nos dejará quieto el mar y una barca pequeña.
Con ella iremos a saludar los pueblos,
a la espalda un saco con herramientas y con libros,
en los ojos una explosión de alegría,
y la esperanza en los hombres y en los días.
"Home amb esperança", Joaquim Horta
Comencemos por imaginar un futuro mejor. A todos nos toca aportar y toda aportación es muy valiosa. Soñemos sin timidez. Eso debemos a las futuras generaciones así como nosotros vivimos los sueños de nuestros abuelos. Me gustará verte en los míos.
Un fuerte abrazo,
Oriol Rius
New York, diciembre 2007
Y en cambio parece imponerse un sentimiento en que el futuro ya no es lo que era. Sorprende que en unos años en que la tecnología nos aplana el mundo (abriendo oportunidades) y la ciencia nos alarga la vida (y ya se trabaja para mantenérsela a la Tierra), continuemos pendientes de les gotas sucias que, como decía Gandhi, nunca podrán ensuciarnos el océano. Sin duda que los problemas no son pocos y no dejan de acumularse, pero no hay nada que no podamos solucionar con ganas y generosidad.
Acabaremos algún día, quizás mañana,
con las palabras inútiles y bonitas,
el tintín de la porcelana fina
y las marionetas de oscuros colores.
Y enseñaremos a los hijos,
paridos sin dolor,
el cómo y porqué de cada cosa,
y los bajaremos a la calle sin temor
y jugaran a construir pueblos.
Y tocaran la tierra
y la harán suya y de todos,
y escribirán, con nuevas palabras,
nuevas leyes, historia y vida.
También vendrá un barco de vela ágil,
esquivando temporales y ariscas rocas,
y se llevará todo el oro de la tierra, mitos y falsos dioses,
y nos dejará quieto el mar y una barca pequeña.
Con ella iremos a saludar los pueblos,
a la espalda un saco con herramientas y con libros,
en los ojos una explosión de alegría,
y la esperanza en los hombres y en los días.
"Home amb esperança", Joaquim Horta
Comencemos por imaginar un futuro mejor. A todos nos toca aportar y toda aportación es muy valiosa. Soñemos sin timidez. Eso debemos a las futuras generaciones así como nosotros vivimos los sueños de nuestros abuelos. Me gustará verte en los míos.
Un fuerte abrazo,
Oriol Rius
New York, diciembre 2007
Comments
Post a Comment