Año 2008
“El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.” Eleanor Roosevelt . Y en cambio parece imponerse un sentimiento en que el futuro ya no es lo que era. Sorprende que en unos años en que la tecnología nos aplana el mundo (abriendo oportunidades) y la ciencia nos alarga la vida (y ya se trabaja para mantenérsela a la Tierra), continuemos pendientes de les gotas sucias que, como decía Gandhi, nunca podrán ensuciarnos el océano. Sin duda que los problemas no son pocos y no dejan de acumularse, pero no hay nada que no podamos solucionar con ganas y generosidad. Acabaremos algún día, quizás mañana, con las palabras inútiles y bonitas, el tintín de la porcelana fina y las marionetas de oscuros colores. Y enseñaremos a los hijos, paridos sin dolor, el cómo y porqué de cada cosa, y los bajaremos a la calle sin temor y jugaran a construir pueblos. Y tocaran la tierra y la harán suya y de todos, y escribirán, con nuevas palabras, nuevas leyes, historia y vida. También vendrá un