Año 2013
“¿Qué más podemos pedirle a una mañana de domingo que una carrera por el parque con un amigo?” Carlos Gil Passolas (Calatayud 1947–Pamplona–New York–Benalmádena 2012) Volver a disfrutar de las pequeñas cosas hermosas, como nos decía a menudo Carlos. Tener los pies en el suelo, sin arrastrarlos nunca; subir montañas y tumbarse en la hierba fresca a comerse un bocadillo; pasar la tarde con un buen libro o perdiendo al dominó con los amigos... Con demasiada frecuencia pensamos en la felicidad como puerto de llegada, como un premio al final del camino; ¿y si nos equivocamos? Tener la felicidad como compañera de nuestro viaje vital es quizá una mejor estrategia. También parece creerlo así el poeta: No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extra